sábado, 13 de diciembre de 2008

Con razón les decían "señoritas"

En 1923 las maestras argentinas firmaban este contrato con el Consejo Nacional de Educación.
Gracias (por todo) al doctor Luis Jorge Fontana Raffo, quien, además de hacer llegar al mundo a mi hijo, Mateo, me posibilitó este material que tiene como fuente La Revista del Consejo Nacional de la Mujer.

CONSEJO NACIONAL DE EDUCACIÓN CONTRATO DE MAESTRA.

AÑO 1923

'Este es un acuerdo entre la señorita..........maestra, y el Consejo de Educación y de la Escuela por el cual la señorita ................................acuerda impartir clases por un periodo de ocho meses a partir del......................de 1923.

La señorita acuerda:

1* - No casarse. Este contrato quedara automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.

2* - No andar en compañía de hombres.

3* - Estar en su casa entre las ocho de la tarde y las seis de la mañana, a menos que sea para atender una función escolar.

4* - No pasearse por las heladerías del centro de la ciudad.

5* - No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin el permiso del presidente del Consejo de Delegados.

6* - No fumar cigarrillos. Este contrato quedara automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra fumando.

7* - No beber cerveza, vino, ni whisky. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra bebiendo.

8* - No viajar en ningún coche o automóvil con ningún hombre excepto su hermano o su padre.

9* - No vestir ropas de colores brillantes.

10* - No teñirse el pelo.

11* - Usar al menos dos enaguas

12* - No usar vestidos que queden a mas de cinco centímetros por encima de los tobillos.

13* - Mantener limpia el aula.:

a) Barrer el suelo del aula al menos una vez al día.

b) Fregar el suelo del aula al menos una vez por semana con agua caliente y jabón.

c) Encender el fuego a las siete, de modo que la habitación esté caliente a las ocho cuando lleguen los niños.

d) Limpiar la pizarra una vez al día.

14* - No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios.

Reflexión: Desde el vamos no les permitían casarse ¡Ahora entiendo por qué les decían señoritas! Que barbaridad, esto nos muestra que no todo tiempo pasado fue mejor.

1 comentario:

F L ♡ R E N C I ▲ dijo...

excelente informe,no sabiamos que era necesario cumplir con tantos requisitos para ser maestra en esos tiempos. Con respecto a Mateo lo kiero muchísimo...